Mariam García

NEUROCIENCIAS DESDE EL SER

 

Consultora de Counselling Humanistico y  Psicología Positiva

Hace muchos años que me enamore de los Cristales, siento una conexión muy especial con ellos desde niña, el Reino Cristalino me fascina poderosamente. Me gusta conocer sus propiedades físico-químicas y curiosidades geológicas.
En el plano holístico descubrir sus Propiedades Espirituales.
 


   Los Cristales Naturales son minerales que están representados por su estructura cristalina, una red tridimensional interna, donde todos sus átomos están ordenados de una forma geométrica y periódica. Si se tienen en cuenta sus elementos de simetría internos (ejes, planos y centros) se pueden construir siete formas de organización geométrica, que forman los llamados sistemas cristalinos, cuyos nombres están basados en figuras geométricas elementales.

   Se formaron hace millones de años en el interior de la Tierra y algunos de ellos tienen unas cualidades fisicoquímicas muy interesantes como su capacidad piezoeléctrica, también sus cualidades ópticas son muy complejas y poseen muchísimas más. (El efecto piezoeléctrico es un fenómeno físico que presentan algunos cristales al ser sometidos a tensiones mecánicas. Su masa adquiere una polarización eléctrica y aparece una diferencia de potencial eléctrico y cargas eléctricas en su superficie).

   Los Cristales Naturales absorben, conservan y emiten energía, especialmente en la banda electromagnética.

   El Cristal vibra y emite energía, por eso tiene la capacidad de armonizar otros campos energéticos, por resonancia vibracional y por otras cualidades sutiles que poseen.

   Están formados de la misma energía primigenia que formo nuestro planeta, duermen en lo más profundo de la tierra durante millones de años y se alimentan de esa energía. Poseen cualidades únicas: están vivos, nacen, crecen pero nunca mueren…son absolutamente extraordinarios.

   La Humanidad siempre se ha sentido atraída por la belleza de las “gemas” y fascinada por sus poderes mágicos y sanadores.

   Si iniciáramos un largo viaje al pasado, descubriríamos que los cristales y minerales han acompañado al hombre desde su aparición sobre el planeta.

   Aparecen en la historia de todas las grandes civilizaciones, primero como herramientas, luego en sus ritos religiosos y en sus tradiciones de sanación.

   Existe un legado testimonial muy grande tanto en textos antiguos como testimonios orales, transmitidos de generación en generación, que nos hablan de la gran vinculación de los cristales con el hombre. Los encontramos en los manuales de sanación de los santuarios del Tíbet, en los ritos mágicos, funerarios y religiosos del antiguo Egipto y de todo Oriente. En la Biblia también se encuentran referencias a ellos.

   Podemos encontrarlos en los lugares más recónditos del planeta, que no estaban conectados entre ellos, como por ejemplo en las prácticas chamánicas de los aborígenes australianos.

   Existe una gran tradición del empleo de Cristales tanto en las tribus de nativos de América del Norte como en las fascinantes civilizaciones precolombinas de Centroamérica y América del Sur.

   En todas las civilizaciones antiguas del Mediterráneo, así como en todas las antiguas religiones chamánicas del norte de Europa, por citar algunos casos.

   En China y Japón, su empleo en Feng-Shui es tan antiguo como esta técnica de armonización de espacios, incluso mucho antes hay datos del empleo de cristales en prácticas mágicas y de sanación. En la India encontramos a los cristales y a las gemas preciosas estrechamente vinculados con sus más antiguas tradiciones espirituales.

   Los Cristales Naturales son como las flores del Reino Mineral, dejemos que su belleza nos adorne, que sus preciosos colores nos deleiten, que su energía armonizadora transforme nuestro espacio, que sean nuestros amigos y compañeros.

    Si deseamos conectar con la Energía Cristalina y recibir todas las Propiedades Espirituales que están contenidas en el Alma de los Cristales, debemos utilizar nuestra inteligencia espiritual y el poder de nuestro Corazón.                

            
ARTICULO PUBLICADO EN GREEN PRESS